miércoles, 15 de mayo de 2013

El cambio que se repite.

Vivir cerca de la montaña hace que todo lo que tienes alrededor se disfrute de forma distinta. El contacto con la naturaleza se hace más estrecho y fuerte, y si tú quieres te dejará ser parte de ella, solo tienes que dejarte llevar y ver con otros ojos lo que tienes delante de ti.